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jueves, 23 de noviembre de 2017

Cuestión de fe


Fe. Dos letras, una sílaba, y mucho significado alrededor de una palabra. Según el diccionario de la RAE, se puede hacer referencia a la "fe" cuando creemos en una religión, también cuando queremos mostrar seguridad o incluso en el mundo de la música, si decimos "La fe" cada día cobra más significado. Sin embargo, el término idóneo para este momento se basa en "Conjunto de creencias de alguien, de un grupo o de una multitud de personas".

Tras terminar el sufrido partido ante el Deportivo de la Coruña pude comprobar que este año todo en el Málaga girará en torno a la fe. La confianza que va a tener el equipo en salvarse y el empuje de su afición va a ser clave para conseguir la añorada permanencia. Seamos sinceros, un servidor estaba arrodillado y mandando el equipo a la B cuando Schar puso el 1-2 en el marcador y, de repente, cuando todo parecía perdido, casi 30.000 malaguistas tuvieron ese pellizco en el estómago para querer darle la vuelta al partido y dejarse la voz cada segundo del mismo.

No fue la única muestra de fe que se pudo comprobar en La Rosaleda el pasado domingo. Cuando vimos que Ontiveros (totalmente fuera de grupo esta temporada), Juanpi (de vacaciones un año y medio) y Borja Bastón (el cazador cazado) iban a ser nuestros cambios para darle la vuelta al partido, nos vinieron a la mente los mejores momentos de estos jugadores a lo largo de su carrera, a pesar de estar fuera de dinámica durante toda la temporada. Pero señores lectores, la fe mueve montañas.

Míchel, ¡oh Míchel! Cuantos palos te están lloviendo esta temporada (la mayoría totalmente merecidos) pero aún teniendo el equipo colista y con toda la ciudad dudando de ti, ahí sigues al pie del cañón. Un capitán es siempre el último en abandonar el barco,y este año, nos guste más o menos, la embarcación llegará a puerto con el mismo capitán. Sí, llegará. Porque si el jefe tiene la fe necesaria en llevar a cabo este proyecto, nada ni nadie los podrá hundir.

Chory Castro, tu fe es eterna, todos estamos contigo cuando, acalambrado, dabas tus últimos esfuerzos por la banda de Martiricos intentando que el balón no volviese al área malacitana. GRACIAS. Es lo único que podemos ofrecerte, nuestra gratitud eterna y que le contagies tu fe a toda la plantilla.

Posiblemente sea lo poquito que nos quede a todos, cuando las cosas van mal ya dice el dicho que nos agarramos a un clavo ardiendo y que toda ayuda es poca. Por ello en estos momentos de mal juego lo único que podemos pedir son resultados para así llegar vivos a enero y reforzar al equipo como se merece. Málaga nunca se rinde, cerremos los ojos y soñemos con un Málaga en primera muchos años más. 

Ya saben la receta, todo es cuestión de fe.

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