Después del partido contra el Valencia, el Málaga llegaba a la sexta jornada sin ningún punto, después de perder cinco a cero en Mestalla, con la afición dividida y un vestuario roto. Todo se situaba en un clima propicio para que La Rosaleda fuera testigo de una tremenda pitada y todo se viniese abajo por completo... Sin embargo, ocurrió todo lo contrario.
Llegó un momento de máxima tensión, y cuando todo estaba peor que nunca, un periodista de Málaga, Carlos Pariente, salió para unificar a todo el malaguismo. Después de su alegato, tan cierto como la catedral de grande, todo cambió, y afortunadamente lo hizo para bien. ¿Por qué? Pues porque después de haber visto el partido del Málaga el pasado fin de semana, hay motivos para creer que todo es posible. Aquí vamos a analizar los cinco puntos positivos del Málaga el pasado fin de semana y los motivos para creer
El primer punto positivo de esto esto fue la comunión afición- jugadores. Cuando el equipo más lo necesitaba, ahí estaban los verdaderos títulos de esta entidad, su afición. Un buen rato antes de la llegada de los jugadores, la afición ya estaba en La Rosaleda para recibir al equipo, no fallaron al equipo, y el recibimiento fue el mejor que yo recuerdo en mucho tiempo... ni la Champions oiga.
Se puso mal la cosa, cuando el Málaga salió más motivado que nunca y La Rosaleda apretaba como si no hubiese mañana, un tonto penalti de Luis Hernandez provocaba el 0-1 en el minuto 3 de partido, y una vez a remar en contra. ¿Que hizo la afición? Animar aún más, y ¿Que hizo el equipo? Jugar al futból, sí, jugar al fútbol.
Y este es el segundo punto positivo, porque después de una mala pre-temporada y cinco jornadas nefastas, el Málaga por fin jugó al fútbol. Ya era hora, y que bien lo hizo, tenemos jugadores para ellos, somos capaces de tocar bien la bola y generar mucho peligro, porque todo el que vio el Málaga el pasado fin de semana, sabe que jugó mejor que su rival, un rival europeo (Todo hay que decirlo).
Con el 1-3 llegaron los puntos positivos tres y cuatro, para mí, los más positivos de todos. El tercero corresponde, una vez más, a la afición, porque después de verse con uno menos y con dos goles de desventaja, lejos de pitar y de abandonar el estadio, comenzaron a animar de una manera descomunal, ¡Cómo retumbaba La Rosaleda! Una Rosaleda que propició la remontada
No nos engañemos, sin esa Rosaleda el Málaga habría bajado los brazos cómo ya pasó en Valencia, pero esta vez, los jugadores, viendo cómo estaba su casa, no podían fallar. Un magnífico punto positivo (el cuatro) para estos jugadores, cuerpo técnico y banquillo. Lejos de venirse abajo, se fueron a por los goles, a empatar el partido, a querer hacerle daño al rival, y todo esto con uno menos. Esta actitud es la que nosotros le debemos pedir a los jugadores, que alegría ese 3-3
Todos nos sentimos identificados con esa garra de venirse arriba del equipo, con los más de 11 kilómetros que corrió el tan criticado Adrián, con esa pelea por alto de Bastón que propició el gol de Rolán, con ese salto del banquillo con el empate, con esos golpes al banquillo (que casi se rompe) de Ricca, y cómo no, con ese "Qué te dije eh, que te dije" de nuestro "sinco" Rolón.
Y llegamos así al último punto positivo, el cinco, la resurrección de este equipo, del Málaga Club De Fútbol. Porque jugando como contra el Ahtletic, con esa actitud, con esa garra, intensidad, ganas de ir a por el partido y con esta afición, vamos a salir del pozo con total seguridad, es imposible que un equipo así descienda, inauguramos además ya el casillero, aunque personalmente puede llegar a ser lo de menos, debemos de quedarnos con los puntos positivos, darle toda la confianza a nuestros jugadores y pase lo que pase en Sevilla ir a por el Leganés en casa cómo salimos contra el Athletic de Bilbao. ¡ESTA ES LA ACTITUD!
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