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viernes, 7 de octubre de 2016

El curioso caso de Diego Llorente


Lees el título del artículo y enseguida lo relacionas con el nombre de la famosa película que protagonizó Brad Pitt. O quizás no. En cualquier caso, mi intención es comparar dos dinámicas semejantes. En primer lugar, me atreveré a suponer que has visto la película y con toda la confianza del mundo asumiré que no te estoy haciendo "spoiler". Benjamin Button, el protagonista de la película tenía un principal problema: rejuvenecía en vez de envejecer hasta llegar al límite, es decir, ser un bebé. Bien. 

Estaba yo pensando en Diego Llorente y en su actual situación en el Málaga. ¿Y si es un bebé? o al menos ¿Y si se está convirtiendo en bebé? En este caso, un bebé de otra madre al que tenemos que cuidar tal y como pasa en la película. Al personaje principal se le va cuidando cada vez que da un paso más en su evolución o mejor dicho "desvolución" ya que por supuesto no tiene la capacidad de hacerlo por sí mismo. 

Ahora pido un poco de relación futbolística. ¿No le está pasando a Llorente lo mismo? Cada vez que lo veo jugar con nuestro equipo, cae en errores en los que se presupone que no debe hacerlo. Fallos de alevínes. Falta de concentración en la marca, dejar botar la pelota cuando tienes que atacarla, perder el sitio, etc. Es como si en vez de llegar a su madurez futbolística retornase a categorías inferiores donde se aprende cada concepto defensivo. Ni mucho menos es el futbolista que deslumbró la temporada pasada en el Rayo cuyo rendimiento le valió para ser convocado por la selección absoluta. Puede resultar contradictorio, le estoy pidiendo madurez a un chaval de 23 años, pero se la pido porque ya he visto esa madurez en sus anteriores equipos.

De verdad, el objetivo de mis palabras no es enterrar a Diego Llorente. Es darle un toque de atención. Es pedirle trabajo. Es decirle que a veces hay que dar dos pasos hacia atrás para dar uno hacia adelante. Es apremiarle a que aprenda de veteranos como Weligton o Torres. Es insistirle en que un central debe centrarse en defender, no en sacar la pelota jugada. Si yo fuese el entrenador, ese toque de atención tendría un sinónimo: el banquillo, pero curiosamente me contaba una fuente de total fiabilidad, que Juande está semi obligado a que el futbolista juegue al menos 25 partidos con la blanquiazul. Si no es así, el club tendría que indemnizar al Madrid. Curiosa cláusula. No me malinterpretéis, no voy a criticar la gestión del fichaje, porque como a todos, me parecía una magnífica incorporación en su día, pero eso de que un futbolista que esté dando un bajo rendimiento tenga que jugar por bemoles...no me va. Y mucho menos cuando pienso que Mikel Villanueva está jugando minutos en una selección ascendente como Venezuela y nosotros no podemos ni siquiera darle una oportunidad en una zaga que hace aguas allá donde va. Y sí, Mikel puede tratarse de otro bebé, pero es NUESTRO bebé.

Os prometo que estoy a un solo paso de llorar y unirme a los "prefería que se quedase Albentosa" pero nunca lo haré porque el fútbol es fútbol y puede cambiar en cualquier momento. También puede cambiar el rendimiento de Llorente y ojalá lo haga, porque todo aquello que sea mejorar será bueno para mi equipo y para la afición malaguista.

Por favor, Diego, no seas Benjamin Button... al menos esta temporada.

@Al_Palomeque

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