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viernes, 3 de noviembre de 2017

...y se pudo ver la luz!


¿Os acordaís del túnel oscuro en el que nos encontrábamos? Pues bien, cuando el Málaga estaba ya derrumbado sin ninguna esperanza, después de un golpe letal frente al CD Numancia y esperando una agonizante temporada que parecía tener poco futuro, el Málaga encontró un triunfo gracias a un antídoto llamado afición.  

Siendo claro, si este enfermo que es el Málaga CF no sale a morder, morir, partirse la camiseta o dejarse los huevos (con perdón) en el campo ante el Celta después de todo lo que había hecho la afición por él, podríamos haber anunciado ya el descenso del equipo, porque hubiese significado que este equipo no tiene sangre por el cuerpo, y un cuerpo sin sangre es un cuerpo muerto.

La afición fue clave ante el Celta; primero fue el Frente Boquerón quién con en precioso vídeo con los más pequeños de la casa pidió a los jugadores no rendirse ante la adversidad, y el vídeo verdaderamente emociona, porque es preciso. Y claro, después vino el efusivo recibimiento el domingo. Aquí solemos hacer bastantes recibimientos, pero no recuerdo una cosa parecida: de noche, con bengalas, miles de aficionados abarrotando los aledaños de La Rosaleda... de verdad, increíble.

Pero claro, la resurrección del equipo no fue solo mérito de la afición. Ya dijimos hace dos semanas que la afición es clave, pero quién salta al verde a jugar son los jugadores, y que ellos eran los que tenían que dar el paso. Pues bien, también cumplieron con creces, y seguramente jugadores que pensábamos que no iban a aportar nada ya y que se les estaba buscando una salida en el mercado invernal.

La actitud de los jugadores el domingo fue esencial, es lo mínimo que se le puede pedir a un equipo de fútbol, sea cual sea su división, corrieron, presionaron, tocaron la pelota, tuvieron ocasiones y sudaron, y es que si mi equipo pierde así, yo me iré contento para casa sin nada que reprochar. Y lo más sorprendente de todo: ¡¡Al día siguiente del partido se fueron a entrenar!! Perdonad que me sorprenda, pero no doy crédito después de tantos partidos, y me alegro muchísimo que todo esto haya pasado.

Ahora ya sabemos que el equipo sabe jugar, que tiene actitud por ganar partidos y que ha conocido la fórmula para vencer. El próximo domingo visitamos al Villarreal, un equipo que no peleará por lo mismo que nosotros, pero donde será clave dar un buena imagen para no perder todo el trabajo realizado y minar otra vez la mentalidad de nuestros guerreros.

Lo importante es que el equipo ya ha visto la luz al final del túnel, se ha levantando y ha empezado de nuevo a caminar, ya sabe por dónde es el camino, pero aún tendrá que pelear muchísimo y superad adversarios muy peligrosos para salir vívos del túnel, ahora bien, ellos cuentan con un gran secreto que les curará cada dos semanas con su aliento y fuerza: LA AFICIÓN.

#SíSePuede

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