Toca ponerse muy serios. Este Málaga, el que se ha podido ver sobre el terreno de juego de Ipurua, no corresponde con lo que se espera del equipo. Ni un mínimo tan siquiera. El equipo adoleció de fútbol con un centro del campo súper improvisado, con Duda y Llorente de titulares, jugadores fuera de sus puestos originales y que no tuvieron ni retuvieron balón alguno, dando la iniciativa al rival. Y aunque el partido no tuvo apenas ocasiones por parte de ningún equipo en su primer tiempo, Michael Santos y Jony estuvieron lo más cerca de ver puerta que se pudo. Pero ni tan siquiera se llegó a rematar entre los tres palos.
La SD Eibar, sin hacer un señor partido, tuvo una y la metió justo al filo del descanso. En posición dudosa, Sergi Enrich asistió a Adrián González para anotar sin oposición el 1-0. Fue un mazazo anímico para el Málaga, que confirmó definitivamente al comienzo del segundo acto cuando un penalti de Juankar sobre Pedro León lo transforma Adrián, protagonista con dos goles, y ponía el partido muy difícil para pensar en la victoria. Pero el más difícil todavía se convertiría en utopía cuando a los dos minutos Sergi Enrich hacía en tercero rematando a placer un centro desde la izquierda. Partido sentenciado, viaje de cambios por parte de ambos entrenadores (sin efecto alguno los realizados por el Gato Romero) y minutos posteriores de la basura en los que ambos querían que y acabara el encuentro.
El Málaga, nervioso y sin alma, fue una marioneta en manos de la SD Eibar, corriendo en todo momento tras el balón y, por momentos, realizando faltas de lo más absurdas e intrascendentes en medio campo. Causa y efecto: Rosales se marchó a la caseta antes de tiempo por dos tarjetas en menos de 10 minutos (la segunda toca balón, pero el colegiado igualmente le sacó la segunda). Y ni tan siquiera se volcó en ataque. Ni Charles, ni Ontiveros ni los que ya estaban sobre el tapete eibarrense mostraron atisbos de buscar el tanto de la honra.
Toca hacer borrón y cuenta nueva para el partido ante el Betis. Porque mejorar lo de hoy debería de ser muy sencillo.
LO MEJOR
- Lo poco rescatable del trabajo defensivo del Málaga, destacando la presión sobre el balón del rival.
- Keko destacó por encima del resto en el 1º tiempo.
LO PEOR
- El equipo no jugó a nada.
- La falta de concentración en los momentos claves (descanso y reanudación) decidió el partido.
- La expulsión de Rosales condiciona el lateral derecho para el equipo ante el Betis.
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